Monday Muse

Sometimes we can be so harsh on ourselves. Occasionally pointing out all our flaws in our lives and in our selves. But, why do we do this? Why are we so consistent in believing that what we have and what we are is not enough? Of course, we all have dreams and goals in life to become better and to grow. Yet, in occasions we are so focused in what hasn’t happen that we forget how blessed we truly are in that journey. Some days are harder than others, but no matter how tough try to focus on the positive. Stop the comparison, stop feeling that who you are is not enough. 

 In the past year I’ve learned that happiness, a real genuine happiness, is found in being thankful. In accepting and understanding that every event in life no matter how hard or how wonderful has a purpose. For a moment I encourage all of you to just let go. Let go of all those worries and replace it with an incredible faith. A faith that would make you believe in greater things and all concerns will vanish.

Lovely night,

Nydia

Hoy estuve pensando en lo fuerte e insensible que podemos llegar a ser con nosotros mismos.  Buscando y señalando nuestras fallas e imperfecciones. Pero ¿por qué estamos tan convencidos en creer que lo que tenemos y lo que somos en este momento no es suficiente? Por supuesto, todos tenemos sueños y metas que alcanzar en la vida para así ser mejores. Sin embargo, en ocasiones estamos tan enfocados en lo que no tenemos o no hemos logrado que olvidamos de lo bendecidos que somos en el ahora. Sí,  hay días más difíciles que otros, pero tratemos de ser positivos. Detener esa horrible comparación, deja de sentir que lo que eres no es suficiente.

  En este pasado año he aprendido que la felicidad, una felicidad genuina, se encuentra en ser agradecido. Al aceptar y comprender que todo acontecimiento en la vida, no importa cuán difícil o  maravilloso, tiene un propósito. Por eso les animo a dejar a un lado (aunque sea por un momento) esas preocupaciones y reemplazarlas por fé. Una fé inigualable de que grandes cosas 
están de camino. 

Linda noche,

Nydia